Por Ronny Velásquez, Tomado de Lo Último Digital
Santo Domingo Este, RD. En la oscuridad de la noche y las primeras horas de la madrugada, cuando la mayoría de los residentes de Santo Domingo Este descansan, el alcalde Dioris Anselmo Astacio Pacheco realiza sus actividades oficiales.
Esta estrategia no es casual ni producto de una agenda sobrecargada, sino una medida calculada para evitar el escrutinio y las demandas de los dirigentes del PRM y de los ciudadanos.
Desde que asumió el cargo, Astacio Pacheco ha sido objeto de críticas constantes por el manejo ineficiente de los residuos sólidos en el municipio. Las calles están plagadas de basura, y la insatisfacción crece entre los habitantes que ven cómo su entorno se deteriora sin solución a la vista.
En este contexto, eludir las confrontaciones directas con los ciudadanos y con los líderes de su propio partido parece ser una táctica para esquivar la presión por respuestas y acciones concretas.
Pero no solo evita a los dirigentes del PRM y a los munícipes. El alcalde ha adoptado una política de silencio también con la prensa local. En una era donde la transparencia y la rendición de cuentas son más necesarias que nunca, la ausencia de Astacio Pacheco en los medios locales resulta alarmante.
Los periodistas, quienes actúan como intermediarios entre el gobierno y la ciudadanía, han sido dejados de lado, sin poder realizar preguntas cruciales ni obtener respuestas claras sobre la gestión municipal.
Los líderes del PRM, al igual que los munícipes, se sienten desatendidos y frustrados. La falta de empleo y la mala gestión de los servicios públicos son reclamos recurrentes que Astacio Pacheco prefiere evitar, limitando sus interacciones públicas y disminuyendo su presencia diurna.
Esta conducta ha generado un ambiente de desconfianza y descontento, profundizando la brecha entre la administración municipal y la comunidad.
La política de evasión de Astacio Pacheco no solo refleja su incapacidad para enfrentar los problemas de frente, sino que también pone en evidencia un liderazgo desconectado de las necesidades y expectativas de sus gobernados.
Mientras la basura sigue acumulándose y las voces de reclamo se multiplican, la pregunta que queda en el aire es cuánto tiempo más podrá el alcalde esquivar la realidad y seguir gestionando desde las sombras.
Es vital que el alcalde adopte un enfoque más transparente y comprometido, que enfrente los desafíos del municipio con valentía y decisión. Solo así podrá empezar a reconstruir la confianza de sus ciudadanos y ofrecer soluciones reales a los problemas que aquejan a Santo Domingo Este. La rendición de cuentas y la comunicación abierta con la prensa local son pasos esenciales hacia un gobierno más responsable y efectivo.